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Charles y Ray Eames: creatividad, ingenio y legado

  • lorenaruiz46
  • Oct 17
  • 3 min read

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Charles y Ray Eames fueron un matrimonio americano, compuesto por un arquitecto y una pintora, que contribuyeron de manera extraordinaria al desarrollo de la arquitectura moderna, en particular, al diseño de muebles. El documental examina la vida profesional y personal de los Eames y recoge testimonios de personas que trabajaron con ellos y que dan fe del impacto de su obra. Dos cosas me marcaron desde el principio: la expresión acertada de Ray Charles de que el título de artista es algo que se gana, y la afirmación muy certera de que a los arquitectos, diseñadores y artistas les guía la curiosidad. El matrimonio Eames se dio a la tarea de plasmar en sus obras su forma de ver el mundo, logrando ser un verdadero complemento en el que cada uno era la extensión del ingenio y de la creatividad del otro.


Charles y Ray contribuyeron a darle forma a la América del siglo XX, en la época de la posguerra. Todo comenzó con la idea de desarrollar una silla que fuese económica, cómoda y que se ajustara a la figura humana; la clásica silla Eames, que la revista Times Magazine identificó como el diseño más grandioso del siglo XX. Resulta que en 1940 Charles Eames participó y ganó en una competencia de diseño proponiendo, junto a un socio, una silla que se suponía que se ajustara a la figura humana. Aunque el diseño ganó el premio, no pudo ser desarrollado y el socio de Eames se retiró del proyecto. Es ahí donde Ray Eames se incorpora al proyecto y logra, junto a Charles, desarrollar la silla. Para lograrlo se inspiraron en los splints que se estaban usando en ese momento para los heridos en la Segunda Guerra Mundial. Al hacerlo, los Eames se enfocaron en el funcionamiento de la silla más que en la apariencia. Charles se involucró en todas las etapas del desarrollo del diseño y en la creación de modelos, ya que entendía que no se debe delegar el entendimiento. El éxito de la famosa silla Eames motivó a este matrimonio a desarrollar productos en masa, especialmente muebles, accesibles principalmente para una clase media alta que se desarrollaba en la posguerra. Así, los Eames tuvieron la visión de crear “the best, for the most, for the least”. De esta forma, desarrollaron una marca comercial de mobiliario que hoy en día continúa siendo muy exitosa.


En el matrimonio Eames se combinaba el ingenio y el conocimiento de Charles, con la creatividad, el arte, el color y la estética de Ray. Sin embargo, considerando el rol de la mujer en la época en la que ellos vivieron, es razonable cuestionarse si ambos recibieron en su momento el mismo reconocimiento o si la figura de Ray se relegaba a un segundo plano y era Charles el que más brillaba. De hecho, las personas entrevistadas en el documental coincidieron en señalar que los Eames no solían dar crédito al equipo de trabajo. A pesar de ello, todos reconocen que fue una extraordinaria experiencia trabajar para ellos en un estudio que comparaban con Disney World, por ser un espacio llamativo y divertido, de creación constante y continua. Cabe mencionar que Charles Eames también se destacó en la fotografía y en la cinematografía, desarrollando filmes dirigidos a proyectar una idea y a persuadir a una audiencia. Con sus obras Charles Eames quería demostrar que los objetos y las cosas tienen significado, tienen personalidad y expresan una idea. Es decir, Charles se convirtió en un comunicador que, a través de sus creaciones, transmitía importantes ideas sobre el modelo de la vida americana de la época.


En este sentido, la famosa silla Eames, que inicialmente fue un fracaso, se transformó en el producto que hizo famosa a esta pareja y que les dio la plataforma para poner en práctica toda su creatividad e ingenio. Es admirable ver la importante huella que han dejado los Eames en la historia de la arquitectura y conocer que sus creaciones siguen teniendo vigencia tantas décadas más tarde. Además, el matrimonio Eames nos enseña que la arquitectura no se limita a diseñar para resolver un problema, sino que se puede perfectamente incorporar el arte y el color para crear belleza.


 
 
 

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